El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes en el mundo. Existen más de 200 tipos de este virus, y alrededor de 40 afectan la zona genital, anal y la garganta. Algunos de ellos se consideran de alto riesgo, ya que pueden provocar cáncer (como el cáncer de cuello uterino, de pene, de ano o de orofaringe), mientras que otros son de bajo riesgo y causan verrugas genitales o en otras partes del cuerpo. La mayoría de las personas que contraen VPH no presentan síntomas y, en muchos casos, el sistema inmunológico elimina el virus de forma natural en un periodo de 1 a 2 años. Sin embargo, cuando el virus persiste, puede generar complicaciones.
¿Cómo se contrae?
El VPH se transmite principalmente a través del contacto sexual vaginal, anal u oral con una persona infectada, incluso cuando no existen síntomas visibles. También puede contagiarse por contacto piel con piel en el área genital. Es importante destacar que no se necesita una penetración completa para que ocurra la transmisión. El virus es muy contagioso, por lo que basta con un contacto íntimo en la zona genital para adquirirlo. En algunos casos, el VPH también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto.
¿Cuáles son sus síntomas?
El VPH generalmente es silencioso: la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Sin embargo, dependiendo del tipo de VPH, los síntomas pueden variar:
Por esta razón, muchas personas pueden tener VPH y no saberlo hasta que se hacen exámenes médicos.
¿Cómo puedo recibir tratamiento?
No existe un tratamiento que elimine el virus del cuerpo por completo, pero sí hay maneras de controlar sus consecuencias:
El sistema inmunológico juega un papel clave: muchas veces logra controlar y eliminar el virus de forma natural. Por eso, mantener un estilo de vida saludable ayuda a la recuperación.
¿Cómo se previene?